Friday, May 3, 2013

DE LIBROS Y BIBLIOTECAS (PAULO COELHO)

La verdad es que no tengo muchos libros: hace años, me incliné por ciertas opciones en la vida, guidado por la idea de lograr un máximo de calidad en el minimo de cosas, lo que no quiere decir que optara por una vida monástica; muy al contrario, cuando no estamos obligados a poseer una infinidad de objetos, tenemos una libertad inmensa. Algunos de mis amigos (y amigas) se quejan de que, por culpa del exceso de vestuario, pierden horas de su vida intentando elegir lo que ponerse. Como yo reduje mi guardarropa a un traje negro básco, no tengo que afrontar ese problema.
Pero mi intención aqui no es la de hablar de moda y sí de libros. Volviendo a lo esencial, decidí mantener sólo cuatrocientos libros en mi biblioteca: unos por razones sentimentales; otros porque siempre estoy releyéndolos. Adopté esa decisión por varios motivos y uno de ellos es la tristeza de ver que bibliotecas acumuladas cuidadosamente durante una vida son vendidas despues al peso, sin el menor respeto. Otra razón: porque mantener todos esos volúmenes en casa? Para mostrar a los amigos que soy culto? Para adornar la pared? Los libros que compré serpan infinitamente más útiles en una biblioteca pública que en mi casa.
Antiguamente, podía decir: los necesito porque que voy a consultarlos. Pero hoy en día, cuando neceito alguna informacion, conecto el ordenador, escribo una palabra clave y delante de mí aparece todo lo que necesito. Ahi esta Internet, la mayor biblioteca del planeta.
Claro, que continúo comprando libros: no existe un mdio electronico que consiga substituirlos. Pero en cuanto los termino, dejo que viajen, los regalo a alguien o los entrego en una biblioteca pública. Mi intención no es la de savar los bosques o la de ser generoso: sólo creo que un libro tiene un recorrido propio y no puede ser condenado a permanecer inmóvil en un estante.

Por ser escritor y vivir de los derechos de autor, puedo estar abogando contra mí mismo; al fin y al cabo, cuanto mas libros se compraran, mas ganaría. Ahora bien, sería injusto con el lector, principalmente en países en los que gran parte de los programas gubernamentales de compraspara bibliotecas se hacen sin recurrir al criterio básico de una elección sería: el placer de la lectura con la calidad del texto.

Dejemos, pues, que nuestros libros viajen, sean tocados por otras manos y disfrutados por ojos ajenos. En el momento en que escribo este artículo, recuerdo vagamente un poema de Jorge Luis Borges que hablar de los libros que jamas se volverán a abrir.

Dónde estoy ahora? En una pequeña ciudad de los Pirineos en Francia, sentado en un café, aprovechando el aire acondicionado, ya que la temperatura ahi fuera resulta insoportable. Resulta que tengo la obra completa de Borges en mi casa, a algunos kilómetros del local en el que estoy escribiendo; es un escritor que releo constantemente. Pero porque no hacer la prueba?

Cruzo la calle. Camino cinco minutos hasta otro café equipado con ordenadores (un tipico estableciemiento conocido con el simpático y contradictorio nobmre de cibercafé). Saludo al dueño, pido un agua mineral heladísima, abro la página de un buscador y tecleo alguans palabras de un único verso que recuerdo, junto con el nombre del autor. Menos de dos minutos depsues tengo el poema completo delante de mi:
Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar
Hay una calle próxima qeu está vedada a mis pasos
Hay un espejo que me ha visto por última vez
Hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viendolos)
hay alguno que ya nunca abriré

La verdad es que muchos de lso libros que regalé tengo la impresión de que jamás volvería a abrirlos, porque siempre se publica algo nuevo, interesante, y a mí me encanta leer. Me parece muy bien que las personas tengan bibliotecas; generalmete, el primer contacto de lso niños con los libros se debe a la cursiosidad por esos volumenes encuadernados, con figuras y letras, pero tambien me parece muy bien, cuando, en una tarde de firma de autografos, me encuentro a lectores con ejemplares usadisimos, que fueron prestados decenas de veces: eso significa que es libro ha viajado como lo hacpia la mente de su autor, mientras escribia.

TOMADO DEL LIBRO SER COMO EL RIO QUE FLUYE (PAULO COELHO)

How to use the verb to be in spanish, ser and estar the difference

There are few things more confusing for beginning Spanish students, at least those who have English as their first language, than learning...